“Caos en la Zona Colonial: ¿Qué Debe Aprender el Gobierno de Este Incidente?”

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El desorden que hubo la noche del sábado en la Zona Colonial, donde un grupo de jóvenes realizaron un «teteo» (fiesta) que intranquilizó a los vecinos, tiene que ver con la incapacidad de las autoridades de brindar una respuesta a algo que no estaba planificado. Así lo consideró el comunicador y sociólogo, Stalin Montero, quien agregó que la Alcaldía del Distrito Nacional debió tener planes de contingencia ante este tipo de actividades. «Es cierto, la Alcaldía no tenía porque saber que iba a ir un sin número de gente, pero se supone que hay planes de contingencia que deben activarse cuando este tipo de cosas ocurran (…) Al final, la respuesta reaccionaría de las autoridades es una muestra de su incapacidad de haber brindado una respuesta oportuna en el momento que realmente se requería«, sostuvo Montero al hablar vía telefónica con periodistas del Hoy Digital.

«De manera particular, lo ocurrido en la Zona Colonial tiene que ver con el tema de la movilización de la persona y el uso del espacio público, eso no tendría ningún tipo de problema si hubiera contado con un plan que permitiera dar respuestas y gestionar el aumento significativo de los agentes», añadió. Asimismo, recomendó tomar lo sucedido, «que no es la primera vez», para elaborar un plan preventivo que cuente con la Policía de Turismo (Politur), la Policía Nacional y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), y que incluso, no sea de manera arbitraria, que pueda activarse a modo de emergencia cuando este tipo de hechos se registren.

De su lado, el destacado politólogo y experto en seguridad, Daniel Pou, expresó que lo acontecido en la fiesta con motivos a la celebración de Halloween, era previsible, y que la incompetencia de las autoridades marcó la pauta por ausencia casi total. «La visión reactiva de la seguridad es propia de agencias que trabajan sin planificación y sin tomar en cuenta las posibilidades de que un conglomerado humano, dada ciertas condiciones: ingesta de alcohol, drogas, fanatismo deportivo, político o religioso, puedan desencadenar un espiral de violencia que se les vaya de las manos», escribió en su cuenta de la plataforma X. «Contrario a lo que me comentas, mi experiencia resultó diferente. Transité por varias calles hasta llegar al Parque Independencia donde se formó un tremendo tapón, pues los que entraban por la Independencia a la Zona no permitían salir a nadie; además, no había presencia alguna de autoridad. Frente al Baluarte habían vehículos parqueados en filas de 3 en el medio de la calle», agregó.

En tanto que, el sociólogo Juan Miguel Pérez, a través de su cuenta en la red social Instagram, expresó que dicho teteo es la cosecha de lo sembrado en el país a nivel social. «Y eso es el teteo: el mitin político de los sin partidos, de los sin esperanzas, de los relegados y vilipendiados de esta tierra; de los que ya no creen en ningún Estado, en ninguna democracia, en ningún político, y una noche en un lugar diferente al barrio es un tanque de oxígeno, un pequeño momento de libertad frente al hacinamiento y la reproducción social en la que se sienten prisioneros. El teteo es protesta, y golpea ahí, en el corazón de la cultura de la clase dominante: sean en los funerales que se realizan en el barrio -à ritmo de reguetón y alcohol- o en lugares de afluencia, como la Zona Colonial (nunca un nombre tuvo tanta correspondencia entre su historia y su presente)», dijo.

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