Tal como habíamos alertado hace días, hoy es pública y notoria la denuncia sobre las condiciones en que se encuentran los presos de la cárcel preventiva del Higüey, esta voz de alarma la da el Obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de Altagracia en el Higüey, Jesús Castro.
Los privados de libertad carecen de las más básicas condiciones, los alimentos son escasos, por cuanto hay debilidades en la asignación del presupuesto, la falta de agua es constante. El hacinamiento en que se encuentran los presos excede los límites permitidos en estos tipo de centros de reclusión, a esto le sumamos, la falta de condiciones mínimas, como colchones, implementos sanitarios.
Ante la situación de la pandemia, la vida carcelaria se hace aún más difícil, pocos o casi ninguno usa mascarilla, y guardar la distancia indicada, aquí es misión imposible.
La situación de esta cárcel no es nueva, este recinto tiene una capacidad para 100 presos aproximadamente, y al parecer la cantidad actual llega a los 500 privados; superando en un 500% el número establecido.
En el 2016, hubo denuncias delicadas, entre las que destaca, que un preso preventivo fue violado por 20 presos por negarse a pagar un dinero, el caso fue atendido por el Ministerio Público en su momento, y el abogado de la causa fue Cirilo García Piña.
Ya en noviembre del 2018, la cárcel recibió denuncias de familiares de los privados de libertad, quienes en ese momento manifestaban, que tenían que pagar dinero a cambio de que sus familiares presos pudieran contar con camas, colchones u otros beneficios. En ese momento las denuncias iban dirigidas a algunos responsables de la coordinación del centro, así como a presos, quienes eran los que tenían el control del penal. Las comidas que llevaban los familiares, casi nunca llegaba al preso; se quedaba en alguna parte del recinto.
Para el 2018, el comisionado de derechos humanos, Peña Enrique, venia denunciando el hacinamiento y condiciones inhumanas, en ese momento había un aproximado de 300 presos, sin embargo, para esa fecha, los presos tenían una mejor atención en la parte alimenticia, deportiva e incluso académica.
En el 2019, el abogado penalista Eusebio Polanco, explicó que el problema de las cárceles, es que el nuevo modelo del sistema carcelario se ha confundido con el viejo modelo, en ese momento indicó, que el sistema judicial tiene una deuda enorme con los juicios a los procesados. Si hay debilidades en la investigación de un caso, es posible que los imputados pasen a prisión preventiva y allí pueden pasar años, sin que se les dicte sentencia. Pocos son los casos con condenas firmes.
Ante esta situación, es importante que las autoridades se aboquen a inspeccionar en sitio las denuncias formuladas por el obispo, así como revisar los casos de los imputados que se encuentren en situación preventiva de reclusión.
Desde LoRevelado, hacemos un llamado al Ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez Martínez y al director de Prisiones, Coronel Roberto Hernández Basilio, con la sana intención de que verifiquen los hechos de la denuncia y direccionen las acciones que permitan buscarle una solución a este problema, que pasa de ser una situación de cantidad de presos a una situación de humanidad.
Redacción: Carmen Banca