El partido de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) acusa al presidente de Colombia, Iván Duque, por el asesinato a tiros de un desmovilizado en el suroeste del país.
La víctima fue identificada como Ángel Alberto Calderón, y de acuerdo con medios locales, este hombre fue asesinado mientras se encontraba cortando madera en el cabildo de Santa Rosa, perteneciente a la ciudad de Puerto Asís.
Con el asesinato de Calderón, se eleva a 201 la cifra de excombatientes asesinados desde finales de 2016 cuando la extinta guerrilla firmó junto al expresidente Juan Manuel Santos, el acuerdo de paz.
A la FARC le resulta extraño que el Gobierno guarde silencio ante esto casos y exigen al dignatario Iván Duque que tome medidas lo más pronto posible para evitar el asesinato de los exguerrilleros que decidieron unirse a la desmovilización.
La FARC ha estado denunciando el incumplimiento del acuerdo de paz que se firmó durante el Gobierno de Santos; así como la supuesta indiferencia en lo que respecta a sus funciones por parte de Duque a quién responsabilizan de lo que han calificado como “exterminio de exguerrilleros”.
Reunión con la ONU
Los líderes de las FARC se reunieron el pasado 10 de junio con representantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el propósito de tratar el tema, pues la situación de asesinatos ha sido constante.
De hecho, el exguerrillero, Mario Téllez Restrepo, fue asesinado por sicarios hace aproximadamente tres días en la zona del Catatumbo, mientras trabajaba su tierra en el municipio Tibú, en el Norte de Santander.
Ante este escenario, la FARC pidió a la ONU asistencia internacional para evitar un “genocidio” de excombatientes.
De acuerdo con según un informe del Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame (EE.UU.), los crímenes contra exguerrilleros son uno de los mayores obstáculos para la paz en Colombia.
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