La Gran represa del renacimiento, una majestuosa obra de ingeniería Etíope, que se construye al Noroeste de Etiopia, ya en su fase final de adecuación técnica, donde de las 11 turbinas solo comenzarán a operar 2, está proyectada para almacenar hasta 74.000 millones de metros cúbicos de agua y crear una planta hidroeléctrica que produzca hasta 6.000 MW; valorada en 6.000 millones de Dólares aproximadamente. Ha estado marcada por la controversia desde que el proyecto fuera oficialmente inaugurado en abril de 2011 por el entonces Primer Ministro Meles Zenawi. La preocupación internacional principal deriva de su impacto en el caudal del Nilo del que dependen Egipto y Sudán, y también de su efecto en la gestión de las aguas del río. Este proyecto implica un gran impacto social y ha generado polémica desde su inicio.
Con cerca de 6.700 km, el Nilo es uno de los ríos más largos del mundo y su cuenca reúne a once países: Burundi, Ruanda, Tanzania, la República Democrática del Congo, Uganda, Kenia, Sudán del Sur, Sudán, Etiopía, Eritrea y Egipto. La cuenca del Nilo ha estado dominada históricamente por Egipto, en virtud del uso intensivo que han hecho de las aguas del río, y por los acuerdos coloniales que garantizaban a Egipto y a Sudán el acceso a un determinado volumen que ronda el 90% de todo el caudal del río.
Este 15 de Julio, el Gobierno Etíope informó a través de su Ministro de Agua, Irrigación y Energía, Sileshi Bekele, el inicio del llenado de la represa, que amenaza con detonar un conflicto regional por el control de las aguas del río africano, entre los países Etiopía, Sudán y Egipto, estos últimos temen que sus accesos a los recursos hídricos se vean mermados. El anuncio etíope se produce poco después de que la última ronda de negociaciones entre los tres países en conflicto no llegara a ningún acuerdo.
Es la culminación de un ambicioso megaproyecto de modernización de su economía, principalmente agrícola, hacia una economía más industrializada centrada en la explotación y exportación de energía hidráulica. Con la energía que proporcionará la presa, Etiopía pretende hacer frente a la creciente demanda energética de su población, la segunda mayor del continente y de la que menos de un tercio tiene acceso a la electricidad.
En anteriores ocasiones el Gobierno egipcio ha amenazado a Etiopia con "todo tipo de consecuencias" indicando que el llenado unilateral de la presa por parte de Etiopía es una violación de los acuerdos internacionales. Etiopía, en cambio, ha defendido lo que considera su "derecho soberano" para la construcción ya finalizada y el llenado progresivo de la presa, que podrá prolongarse entre cinco y 10 años Aproximadamente. El tercer país en discordia, Sudán, ha expresado también su preocupación por el llenado de la presa, aunque Etiopía le ha ofrecido parte de los 6.000MW de energía eléctrica que calcula extraer de la GERD, así como facilitar todo su apoyo para el control de las periódicas inundaciones que asolan el país. Lo grave del asunto, es que no hay acuerdo y la represa ya comenzó a llenarse.
Carmen Banca