Cuando el amor y la bondad son tan fuertes en una persona, no importan la temperatura. En Rusia, un perro que caminaba por un estanque congelado cayó a sus aguas al fracturarse la capa de hielo.
Un hombre al observar al animal intentando mantenerse a flote, no lo pensó dos veces. Se quitó la ropa y fue abriéndose paso entre las heladas aguas y el hielo hasta llegar al perro.
Lo pudo sacar y ponerlo a resguardo en sitio sólido, el perro se sacudió y se fue poco a poco caminando sobre el hielo hasta la tierra.
El hombre, nuestro héroe de hoy, se regresó a la orilla con el cuerpo helado pero con el corazón hirviendo de satisfacción.
Carmen Banca