La icónica jueza progresista de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg falleció este viernes, 18 de septiembre a los 87 años, debido a complicaciones con un cáncer de páncreas, contra el que batalló por más de dos décadas, según ha confirmado en una nota la más alta instancia judicial de ese país.
De acuerdo al comunicado emitido por la Corte Suprema de EE.UU, Ginsburg murió en su casa en la ciudad de Washington, rodeada de su familia, quienes para su partida física realizarán un servicio de entierro privado en el Cementerio Nacional de Arlington.
La heroína disidente
Ginsburg, heroína feminista apodada cariñosamente Notorious RBG, emergió durante la última década como la integrante más importante del ala liberal de la corte, mejor conocida por sus agudas disidencias en un tribunal, que en su mayoría se ha inclinado hacia la derecha, desde su designación en 1993, por el presidente Bill Clinton. Emerger
Fue la segunda mujer en ocupar el cargo de jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos y se caracterizó por sus votos progresistas sobre los temas sociales más polémicos del momento, como los derechos al aborto, los derechos al voto, la inmigración, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la atención médica y la acción afirmativa.
Durante su trayectoria desarrolló una popularidad tal que se asemejaba a la de las estrellas de rock, tanto así que, cuando participaba en eventos por todo el país ante las audiencias liberales, era recibida con ovaciones, ya que se atrevía a hablar sobre su visión de la ley, su famosa rutina de ejercicios y hasta de sus usualmente feroces desacuerdos.
Durante sus inicios en la Corte, Ginsburg fue una miembro respetada, pero sin mucha influencia en el Tribunal Supremo, un voto liberal fiable que a menudo se vio eclipsado por la juez Sandra Day O’Connor, la primera jueza y el voto decisivo del Tribunal.
Pero después de que O’Connor y el juez John Paul Stevens se retiraran, Ginsburg se convirtió en una fuerza importante en la corte, su voz suave, su estatura diminuta y su energía inagotable, la empujaron a trabajar en numerosos casos de salud, incluyendo el cáncer de colon, de páncreas y de pulmón.
Siempre luchó contra el cáncer
Ginsburg había sufrido ya 5 episodios de cáncer antes de su muerte, el más reciente fue esta reaparición a principios de 2020. Una biopsia reveló lesiones en el hígado, ante lo que la jueza, siempre positiva y batalladora dijo mediante un comunicado que la quimioterapia estaba dando resultados positivos, por lo que ella podía mantener su rutina diaria. Al respecto indicó que, seguiría siendo miembro de la corte mientras que pudiera hacer el trabajo a toda marcha, a lo que agregó que ella seguía siendo plenamente capaz de hacer eso.
Mediante un comunicado, John Roberts, juez jefe del alto tribunal, destacó que, con el fallecimiento de insigne jueza, los Estados Unidos pierde una jurista de estatura histórica, una querida colega y finalizó con la siguiente emotiva declaración: “Hoy estamos de luto, pero con la certeza de que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como la conocimos, una decidida defensora de la justicia”.
Geraldine Venegas F.